“Bosque de Noruega”, el gato vikingo

El gato Bosque de Noruega es una raza que tiene sus primeras menciones en las fábulas de la mitología vikinga noruega a mediados del siglo XIX, en ellas esta raza tenía un papel importante y se les asignaban cualidades místicas a estos gatos en las historias que se iban relatando de generación en generación.

Entre sus características físicas podemos encontrar que el Bosque de Noruega es de gran tamaño, musculoso, de patas altas que le ayudan a no entrar en contacto con la nieve además de una cola larga y peluda que le sirve como abrigo cuando duerme.

Al ser un gato nórdico rústico que acostumbra a cazar constantemente posee patas fuertes y recias con uñas capaces de ayudarlo a trepar, incluso por paredes de roca. A pesar de su complexión fuerte tiene una gran agilidad que le permite llegar a los lugares más recónditos con facilidad y rapidez.

Las bajas temperaturas de su tierra natal han ayudado a que desarrolle una doble capa de pelaje semilargo y espeso, con un subpelo lanoso que le sirve de protección contra el frío, además de poseer un gran collar ( o pelaje en el sector del tórax). El Bosque de Noruega muda su pelaje una vez al año y mantiene únicamente el pelo largo de la cola.

Tiene una personalidad característica de una raza exterior rústica: es buen cazador, excelente trepador y posee una increíble capacidad de permanecer en altura. Es muy inteligente e independiente. Posee buen carácter y  tiene buena disposición a la compañía humana, pero siempre y cuando tenga espacio para salir en búsqueda de sus actividades de caza o explorar terreno.

 

 

 

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