Nuestros perros entienden todo en su entorno

¿Cuántas veces hemos hablado con nuestras mascotas pensando que nos entendían?

El perro puede aprender unas 165 palabras, y los canes más inteligentes hasta 250, incluidas señales. La capacidad máxima de aprendizaje de palabras se basa en el estudio del perro Rico, el can demostró conocer 200 palabras habladas y tener una gran capacidad y rapidez de aprendizaje.  También, saben de números, pueden contar hasta cuatro o cinco, detectando pequeños detalles en operaciones básicas matemáticas.

Según un estudio de la Universidad British Columbia, el psicólogo y experto en investigación canina Stanley Coren, intervino en el congreso anual de la Asociación Psicológica Americana para hablar de “cómo los perros piensan”, afirmando que el can tiene capacidad para resolver problemas complejos y se parece más a los hombres de lo que la gente se piensa.

Stanley Coren ha escrito diversos libros sobre perros y su comportamiento, tal y como indico “las capacidad mentales del perro están cercanas a las de un niño de dos a dos años y medio”. La inteligencia del animal varía según la raza y el tipo de perro, esto determina las diferencias existentes entre ellos.

Existen tres tipos de inteligencia canina:

Instintiva: actúan por instinto.

Adaptiva: tienen la capacidad de aprender del entorno, aplicando dichos conocimientos para resolver problemas.

De trabajo y obediencia: se podría calificar como un equivalente al aprendizaje escolar de los niños. El ranking de las tres razas más inteligentes en trabajo y obediencia  es: border collie, caniche y pastor alemán

Ademas un estudio publicado en Current Biology y realizado por investigadores de la universidad de Budapest demuestra por primera vez mediante imágenes que los cerebros de perros y personas tienen áreas similares sensibles a las voces, sonidos de comunicación y además ambos distinguen el colorido emocional de lo que escuchan y por tanto, son capaces de reconocer e interpretar. Es decir, que ambos cerebros se entienden. Ya se había descrito estas zonas “de voz” en humanos, (2000) y se creía que eran exclusivas, al menos, de los primates. Pero no es así. No somos tan distintos a los perros, al menos en eso.

El investigador principal de este estudio, Attila Andics, explica el gran hallazgo: “Perros y hombres procesan la información de manera similar y en las mismas regiones del cerebro”. Andics es neurobiólogo y trabaja junto a otros nueve colegas en el Grupo de Investigación de Etología Comparada MTA-ELTE de la Universidad Eötvös Loránd. Se propuso utilizar el mismo método de recogida de datos en perros y hombres, muy diferentes como especie pero acostumbrados a milenios de convivencia, para ver cómo eran capaces de comunicarse. Y lo ha conseguido, además,  utilizando técnicas no invasivas. En este caso, la resonancia que muestra los cambios que se producen en el cerebro cuando éste se somete a determinados estímulos. “Es la primera vez que comparamos la función cerebral de humanos y de otro animal que no es un primate”, explica Andics en el video resumen de su artículo.

El experimento demostró que el cerebro de los perros posee un área similar a la zona vocal humana localizada en el lóbulo temporal, situada, además, en un lugar parecido.También, que cada especie reaccionaba con mayor intensidad a los sonidos emitidos por los miembros de la propia estirpe: los perros a los ladridos y gruñidos y los humanos a los llantos o las risas. “Este hallazgo quiere decir que estas zonas pueden haber evolucionado hace 100 millones de años, cuando las especies humana y canina tuvieron un ancestro común”, mantiene Attila Andics.

 

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