Perros Guía

Perros guía y su ayuda a las personas

Los orígenes del adiestramiento del perro guía se remontan a 1827, en Austria, donde Leopold Chimani escribió un libro que habla sobre la historia de Joseph Resinguer, ciego desde los 17 años, el cual había adiestrado a sus tres perros.

Fue más de cien años después cuando comenzó el movimiento de perros guías, tal y como lo conocemos en la actualidad. Los soldados alemanes que quedaron ciegos durante la Primera Guerra Mundial, inspiraron al Dr. Gerhard Stalling a abrir la primera escuela del mundo dedicada al adiestramiento de perros guías para ciegos.

Los perros guías son animales de servicio cuidadosamente entrenados, usados para apoyar a las personas que son ciegas o discapacitadas. Estos perros y sus dueños, se someten a un riguroso entrenamiento, para poder trabajar con seguridad y como un verdadero equipo.

Los perros guías sólo responden a las instrucciones de sus dueños, desobedeciendo las órdenes sólo para evitar un peligro.  Es importante saber que la concentración es esencial cuando una persona viaja con un perro guía: acariciar, alimentar o distraer a un perro guía interrumpe su concentración y puede causar serios peligros.

A su vez,  las organizaciones públicas y privadas están obligadas a admitir en sus establecimientos a los perros guías y a todos los animales de servicio.

La razas más utilizadas como perros guías en la actualidad son: La cruza entre Labrador y Golden Retriever (44%),  el Labrador Retriever (30%), el Golden Retriever (14%) y el Pastor Alemán (5%). En la selección de la raza se considera la salud de los progenitores, la capacidad de aprendizaje, sus características físicas como el tamaño y pelaje, su adaptabilidad, el grado de dominancia, la concentración, la motivación y grado de agresividad.

El periodo de formación de estos dedicados perros se divide en 3 fases:

1.- Fase de habituación: Desde las 6 semanas de vida hasta el año de edad, los cachorros son llevados a las llamadas “familias de acogida”, tan pronto como sean destetados. Esta etapa solo es posible gracias a la hermosa y desinteresada labor de las familias que se ocupan de habituar/familiarizar a los cachorros a todas las situaciones de la vida diaria en el hogar. El perro se habitúa a los objetos y sonidos comunes del hogar y alcanza un nivel de obediencia básica. Aprende a caminar de la correa, en el lado izquierdo y sin excesiva tensión. Aprende a ser limpio en la casa, a no ser destructivo, se le introduce en los transportes públicos, etc. Esta es la etapa más crítica del adiestramiento, ya que si el perro no fue correctamente socializado será incompatible con las siguientes etapas.

2.- Fase de adiestramiento específico: A continuación, a partir del año a los dos años de edad, el estudiante de perro guía es llevado a la escuela de entrenamiento. Se progresa desde la obediencia básica, aprendida en la fase anterior al adiestramiento específico (línea recta, obstáculos, llevar elementos, etc.)

Al final de esta etapa el adiestrador trabaja con un antifaz, en distintos entornos para comprobar la capacidad del perro para asumir la responsabilidad de guía.

3.- Fase de acoplamiento: Cuando el perro se “gradúa” de la escuela de adiestramiento, a partir de los dos años de edad, se adjudica el perro a la persona discapacitada adecuada según sus necesidades. La persona seleccionada ingresa a un curso de tres semanas de duración en el centro de adiestramiento donde aprende a cuidar y manejar al perro guía (ella es responsable de su cuidado). Posteriormente, se continúa el curso en la casa de la persona ciega y se le enseña al perro las rutas y necesidades específicas de su nuevo dueño.

Además de los perros guía para personas con discapacidad visual, también se entrenan perros de asistencia para sordos-mudos, en este caso el entrenamiento consiste principalmente en hacerle reaccionar a ciertos ruidos para advertir a su amo. Por ejemplo, salta sobre la cama tan pronto como suene la alarma del reloj, tirará del pantalón de su amo cuando alguien llama a la puerta, o suavemente toma su mano para advertirle de una visita inoportuna.

Sin duda, estos perritos han demostrado a nivel mundial ser la mejor opción de auto dependencia, compañía y apoyo psicológico para una persona con discapacidad, demostrando su vocación de servicio y una vez más de que los perros son el mejor amigo del hombre.

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