La tortuga mediterránea (Testudo hermanni) habita básicamente en montes y zonas con vegetación mediterránea.
La tortuga mediterránea es una tortuga terrestre de caparazón bastante redondeado por encima y de una coloración básicamente negra y amarilla. Las manchas negras del caparazón presentan bordes bien definidos, mientras que el fondo amarillo puede variar en tonalidades que van desde los anaranjados hasta los ligeramente verdosos. En el plastrón de las poblaciones ibéricas las manchas negras forman dos bandas longitudinales continuas y paralelas. La placa supracaudal está dividida en dos y en el extremo de la cola presentan una uña córnea. En la cara, las tortugas mediterráneas presentan una mancha subocular amarilla, que se oscurece con la edad. Los machos son más pequeños que las hembras con longitudes máximas de caparazón en ejemplares salvajes de España de 166 mm en machos y 201 mm en hembras. Los machos se caracterizan también por el mayor tamaño de su cola, el plastrón, que es cóncavo, y la forma de las placas supracaudales y anales.